Oremos:
“Bendiga la tierra al Señor, cántenlo y ensálcenlo por los siglos.
Bendigan al Señor cuanto brota en la tierra, cántenlo y ensálcenlo por los siglos.
Bendigan, mares y ríos, al Señor, cántenlo y ensálcenlo por los siglos.
Bendigan, todas las aves del cielo, al Señor, cántenlo y ensálcenlo por los siglos.
Bendigan todas las bestias y ganados al Señor, cántenlo y ensálcenlo por los siglos.
Bendigan, hijos de los hombres, al Señor, cántenlo y ensálcenlo por los siglos.” (Da 3,74).